6.12.2013

Carta 1.

Hoy me he internado de nuevo entre el frío de Bogotá, sin música pero también sin miedo. He caminado sola lo que el cansancio me ha dejado, tragándome las lágrimas y las ganas de correr al imperio de pastillas, cenizas de cigarro, desorden y cobijas en que he convertido mi cuarto. Allá donde no me siento segura, porque sólo lo estuve alguna vez en sus brazos, pero dónde al menos no entra su recuerdo, porque ya nada bonito pasa por esa puerta que custodia mi dragón de tinta y tristezas. Porque su recuerdo (y usted), a pesar de todo, siempre será algo bonito. En cambio aquí, en esta Bogotá que amenaza con llover, su recuerdo se me ha pegado a las costillas y sin importar cuánto salte de charco en charco no se va. Igual no quiero que se vaya, es una compañía salada pero linda en estos días en los cuales la soledad se come cada uno de mis suspiros. Alguna vez le dije que siempre había querido ser paréntesis y por fin lo estoy cumpliendo. Ya casi no río, ya casi no lloro, ya casi no existo. Me quedan estas letras y nada más, siempre he sabido existir mejor así. Ya no tengo llamadas por cobrar ni deudas pendientes, ya hasta la tristeza, la única mujer de la cual he estado más enamorada que de usted, se ha ido de mi lado. Voy dejando de existir de a poquitos para que no se note, para que el sonido de los pájaros al escapar de entre los enredos de mi pelo no despierte a nadie. Me voy convirtiendo en paréntesis, en algo opcional que se puede saltar sin que altere el sentido de la frase. Ya no soy verbo, ni sustantivo, ni predicado. Ya no soy yo y tampoco quiero ser nadie. Estoy más cansada que tranquila. Y Bogotá sigue amenazando con llover, quizá si llueve con suficiente fuerza me derrita, me diluya, Total, ya casi no existo. Total, ya no hay nada que echar de menos.

8 comentarios:

  1. Y si no estás enamorada ni de la tristeza ni de una mujer ¿Qué haces?
    Que lindo post, alma de nomeolvides.

    ResponderEliminar
  2. Convertirme, de a poquitos y sin prisa, en paréntesis.
    Esperando el momento en el que alguien, por casualidad y sin fijarse, me borre.

    ResponderEliminar
  3. ¿Y si no eres un paréntesis?

    ResponderEliminar
  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  5. ¿Y si me estoy convirtiendo en uno?

    Amapola. (Me da pereza loggearme).

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajajaja... ¿Cómo sabes?

      Eliminar
    2. Porque la gente comienza a pasarme por encima. A pasar de largo. No estoy aquí, en parte porque no quiero estar.

      Eliminar
  6. Entonces no eres un paréntesis.

    ResponderEliminar

¡Tú! ¡Sí, tú! No te hagas rogar y coloreame un tanto..