A la gitana de todos mis fuegos,
hoy y siempre lo que no pudo ser. Y lo que sí.
Quiero besarte. Las ganas me han sorprendido a mitad de un cigarro y
leyendo un texto que tú me has pasado.
Quiero besarte y me he sorprendido pero el deseo lleva un rato allí,
quizá años, esperando que una noche de locura y aguasal como esta me ponga en
el borde de la estupidez y la valentía. Quiero besarte temblando, muriéndome de
nervios, con las manos húmedas de frío y el corazón retumbando calentura.
Besarte como si fuera la primera vez, y es que en cierta forma lo es. Quiero
besarte así como te quiero, fugaz, volátil e incierta. Quiero besarte con rabia
pero sin prisa, apretar con fuerza la palma de mi mano en tu nuca y entrelazar
los dedos en tus crespos morenos para que dejen de temblar. Quiero un beso
apremiante, de esos que no dan espera, que no preguntan. Quiero besarte y que sea una guerra, quiero que caigan todos mis soldados y no atreverme a salir indemne. Quiero que mi beso sea
un grito, que duela, que muerda, que pregunte incesantemente en tu boca
sabiendo que no va a hallar otra respuesta que tu lengua si es que tengo suerte.
Sabiendo que tú no tienes las respuestas que busco. Quiero besarte y que me
preguntes también, que me llenes de dudas, que me incomodes la calma. Quiero
besarte con rabia mientras te abrazo para que me sientas tiritar, para
confundirme en tu cuerpo. Quiero besarte y desdibujarme en ti. Quiero besarte
porque te amo y no te tengo, porque no quiero tenerte, porque no me tengo a mí
tampoco. Quiero que me sientas allí, vulnerable, desnuda de palabras, de
misterios, de historias. Quiero llorar mientras te beso, que tu saliva se
mezcle con mis lágrimas y tus labios me sepan a sal. Quiero reír también y que las carcajadas nos
interrumpan y nos llenen de movimiento el esternón. Quiero besarte y en el beso
buscarte sabiendo también que no quiero encontrarte, que quiero perderme, que
quiero por ese instante ser sólo beso y después ya veré si me muero de ganas de
besarte otra vez. Quiero desconocerte en ese beso, quiero que seas de quién me
enamore y quién amo, quiero que seas todas esas mujeres distintas que eres, que
fuiste, que serás y que entre el choque de labios, de dientes, de lenguas
salgan todas las mujeres distintas que soy. Quiero que todas ellas te besen. Quiero tatuarte ese beso en la
memoria de las sensaciones, esa memoria que ataca sin palabras. Quiero besarte
con los ojos cerrados. Quiero besarte porque nunca lo he hecho antes, quiero
besarte con la boca sabiendo a tabaco y tequila, con el alma inquieta, con
miedo. Quiero besarte para espantar el miedo, para volver a existir, para que
duela un poco. Quiero besarte tímida y fiera a la vez, quiero besarte desde mis
entrañas, desde mi estómago que ruge, desde mis pulmones llenos de mar. Quiero
besarte y sentirme ingrávida. Quiero besarte sin futuros, sin esperanzas, sin
pretextos, sin por qué. Quiero besarte para dejar de querer hacerlo porque sólo
quiero besarte una vez.